Presumir de un afeitado impecable y cómodo depende de la combinación de varios factores, pero no es, ni mucho menos, tarea imposible.
El hecho mecánico de una cuchilla afilada deslizándose sobre nuestra cara y cuello puede implicar en mayor o menor medida la erosión de nuestra “querida” piel. Estos pequeños cortes, irritaciones, sensación de tirón, etc…que puede generar el afeitado son para muchos algo casi inevitable y que asumen con resignación, pero existe una solución (entre otras y combinada con otras…) que, aunque conocida y utilizada por la mayoría, quizá no lo hagamos siempre de la manera más adecuada o con el producto que más se adapte a nuestras necesidades, las lociones y bálsamos post afeitado, los aftershaves.
¿Por qué usar un aftershave?
- Calma la irritación de la navaja de afeitar o de la cuchilla.
- Desinfecta y activa la cicatrización de pequeños cortes (propiedades antisépticas y astringentes).
- Rehidrata la piel regenerando la capa lipídica protectora que se elimina con el afeitado.
- Sensación de bienestar y frescura inmediata.
La importancia del aftershave para calmar la piel
Al afeitarnos no sólo cortamos el vello, también arrastramos parte de la piel y eliminamos la capa lipídica. La utilización de un aftershave de calidad ayuda a nuestra piel a recuperarse. Insisto, no es la única solución y si el resto de cosas no las hacemos de forma correcta las propiedades de un aftershave no curarán todos los males, pero hoy hablamos de aftershave…
Pero todas las pieles no son iguales (ni siquiera la misma piel se comporta igual a lo largo de las estaciones o años…) debemos elegir un aftershave adecuado a nuestras cambiantes necesidades.
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